El sábado es decisivo

La Canciller Angela Merkel (65, CDU) evitó la palabra "toque de queda" en su discurso al pueblo. Sin embargo, este último y más difícil paso para contener el coronavirus está siendo discutido en el Berlín político así como en las cancillerías de los estados.
Porque: Los alemanes no se adhieren a las directrices para evitar los contactos sociales si es posible para frenar la propagación del virus tanto como sea posible. En cambio, el jueves se vieron parques llenos, pequeños grupos haciendo barbacoas en el río y jardines de cerveza bien atendidos. Muchos obviamente no se dieron cuenta de la gravedad de la situación.
Por eso el jefe de la Cancillería, Helge Braun (47 años, CDU), habla ahora en un lenguaje sencillo: "El sábado es un día decisivo, tenemos los ojos puestos en él en particular", dijo a "Der Spiegel". El comportamiento de los ciudadanos el próximo fin de semana será decisivo para determinar si se impondrá el toque de queda también en Alemania debido a la crisis del virus de la corona.
Significado: El comportamiento de los ciudadanos el sábado es la base de la decisión que se toma el domingo.

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Braun advierte: "Los sábados la gente tradicionalmente se reúne porque tienen el día libre. Pero desafortunadamente eso no es posible fuera de la familia nuclear en este momento. Esto debe ser detenido ahora."
Y entonces se vuelve inconfundible: "Si esto no sucede, puede suceder que también se decidan otras medidas en los estados federales, aunque en realidad queremos evitarlo.

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Los gobiernos federal y estatales discutirán el domingo

La Canciller Angela Merkel quiere reunirse con los premieres del estado el domingo por la noche en una nueva conferencia telefónica. Uno de los temas será si y cuando se deben imponer toques de queda como medio para combatir el coronavirus.

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Esto fue reportado por la estación de radio "SWR" en referencia al Primer Ministro de Baden-Württemberg, Winfried Kretschmann (Verdes). Dijo a los fiscales: "Depende de la población si tenemos que tomar medidas más fuertes".

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De la misma manera, sus homólogos en Sajonia, Michael Kretschmer (CDU), y en Turingia, Bodo Ramelow (izquierda): consideran que los toques de queda locales son posibles.

Los toques de queda serían responsabilidad de la policía.

Si realmente se impone el toque de queda, todos los alemanes que no sigan las reglas tendrán la culpa. Al menos eso es lo que dice Rainer Wendt (63), Presidente Federal del Sindicato de la Policía Alemana (DPolG).
Según Wendt, la policía es la responsable de hacer cumplir el toque de queda: "Primero, la policía comunicará el toque de queda. Lo harán a través de medios sociales como Twitter, Facebook y otros portales de noticias. Pero también conducirán por las calles con altavoces y harán anuncios claros.
En la segunda fase, la policía mostraría más presencia en público, controlaría a la gente en la calle y preguntaría por sus preocupaciones y haría cumplir la prohibición en caso de duda.
La mala conducta también puede dar lugar a sanciones. Wendt zu BILD: "El toque de queda es la espada más afilada de la prevención de enfermedades. Quien lo infrinja será amenazado con severas multas. Pero las penas de prisión son ciertamente posibles, ya que será un delito penal".