martes, 7 de abril de 2020

Los libros de Agustín

Influenciado por Ambrosio

Hasta cierto punto influenciado por Ambrosio (pero pocos otros influenciados por Ambrosio fueron en la misma dirección), Agustín hizo de su cristianismo un rival y un sustituto de la austeridad de los filósofos antiguos. Leyendo los textos platónicos y haciendo que parte de su doctrina fuera correcta, Agustín decidió por sí mismo que el cristianismo sólo era posible si iba más allá de lo que cualquier eclesiástico decía que debía ir: desposar no sólo a la iglesia sino al celibato de un laico. Después de una vida con una sucesión de amantes, Agustín se obligó a sí mismo a lograr la abstinencia sexual como precio de la religión.

Orarle bien a la Virgen de Zapopan
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Retirado de las tentaciones de la ciudad

Después de un largo invierno retirado de las tentaciones de la ciudad, se presentó para el bautismo a manos de Ambrosio, y luego se escabulló de Milán para seguir una vida singularmente privada durante los cinco años siguientes. Que esta vida terminara con su ingreso al clero cristiano fue algo que no previó y probablemente se le debe creer cuando dice que no lo quería. Pero fue en el cargo de obispo cristiano de Hipona que eligió contar la historia de su vida como un drama de caída y ascenso, pecado y conversión, desolación y gracia. Contar esa historia en un momento en el que sus propias credenciales eran sospechosas, sus oponentes "donatistas" pensaron que era extraño, o al menos sospechosamente egoísta, que dejara África como un maniquí delirante y volviera mansamente afirmando que había sido bautizado en la iglesia oficial, y su relato de la historia tenía la intención de tranquilizar a sus seguidores y desarmar a sus oponentes.
Pero si las Confesiones no sobrevivían, no supondríamos su historia. Deberíamos aprender a escucharla sin dejar que su narración interesada nos ciegue a una nueva lectura de la vida de Agustín.

Los libros de Agustín

Obras. Dos de los libros de Agustín se destacan sobre los demás por su influencia duradera, pero han tenido destinos muy diferentes. Ciudad de Dios fue ampliamente leída en y después de la época de Agustín a través de la Edad Media y mantiene un control histórico sobre la atención moderna, pero es imposible de leer sin un esfuerzo determinado de conciencia histórica. Las Confesiones no fueron muy leídas en los primeros siglos de la Edad Media, pero desde el siglo XII en adelante han sido leídas continuamente como un vívido retrato de la lucha de un individuo por definirse a sí mismo en la presencia de un Dios poderoso.

Las Confesiones

Aunque la narrativa autobiográfica constituye gran parte de los primeros nueve de los trece libros de las Confesiones de Agustín, la autobiografía es incidental al propósito principal de la obra. "Confesión" para Agustín es un término general para los actos de habla religiosamente autorizados: alabanza a Dios, culpa de sí mismo, confesión de fe. El libro es una meditación de rica textura hecha por un hombre de mediana edad (Agustín tenía 40 años cuando lo escribió c. 397) sobre el curso y significado de su propia vida. La dicotomía entre la odisea pasada y la actual posición de autoridad como obispo se enfatiza de numerosas maneras en el libro, no menos en que lo que comienza como una narración de la niñez termina con una extensa, y muy eclesiástica, discusión de la narración del libro del Génesis - la progresión es desde los comienzos de la vida de un hombre hasta los comienzos de la sociedad humana.

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